Domingo Agudo Imaz: «A los organizadores no nos queda otra que reinventarnos»

Sportpublic es una de las empresas punteras en la organización de eventos deportivos en España. Debido a la crisis sanitaria del Covid-19 se ha visto obligada a suspender varias clásicas que promueve en el calendario Élite y Sub-23, pero sus responsables todavía confían en sacar adelante la edición de este año de la prestigiosa Vuelta a Cantabria. Su gerente Domingo Agudo nos atiende para explicarnos su visión sobre el futuro que le espera a nuestro deporte en los próximos meses. 

-¿Ya se ve la luz al final del túnel después de casi tres meses de Estado de Alarma?

-Después de esta temporada tan atípica el ciclismo no va a volver a ser como era antes. A nivel competitivo puede ser que no se diferencie tanto, pero organizativamente y en la prestación de servicios va a haber un antes y un después. Nuestro trabajo no va a ser igual.

-¿Qué cambios vaticina?

-Mientras no se encuentre una vacuna va a haber un protocolo de Sanidad por el cual los organizadores debemos controlar de forma muy estricta todos los aspectos de seguridad. Para ello, tendremos que disponer de gente que se dedique específicamente a revisar que todo se hace según las pautas establecidas. Los deportistas también van a tener que cuidarse mucho más. Evidentamente, según el protocolo que ha presentado la Real Federación Española de Ciclismo, los clubes y los deportistas estarán obligados a firmar una responsabilidad en la que se comprometen a cumplir con todas las medidas a nivel individual para evitar cualquier tipo de responsabilidad a los organizadores. Es muy complicado demostrar que una persona ha contraído el Covid-19 en una prueba de ciclismo. Si cada uno empieza a hacer las cosas como quiere, lógicamente el camino que vamos a recorrer es muy corto.

-¿Cómo valora el protocolo elaborado por la RFEC?

-Si lo lees detenidamente, hay una norma que marca todo lo demás: la distancia mínima entre los deportista debe ser de dos metros. Eso es inviable en el mundo del ciclismo y eso conllevaría a que no se podrían celebrar pruebas de carácter nacional e internacional. No estamos hablando solo de las vueltas amateurs, sino de la propia Vuelta a España. Siempre te puedes adaptar a celebrar una contrarreloj individual, pero aplicando esa norma el ciclismo tal y como lo conocemos hasta ahora sería imposible.

-¿Por dónde pasa la solución?

-Sé que están trabajando en la elaboración de un protocolo más flexible junto a las federaciones estatales. Ese documento va a crear una pauta a partir de la semana que viene a la hora de organizar las carreras. Por supuesto, este avance está relacionado con la mejoría de la situación del Covid. Aun así, en estos momentos no te puedes plantear que haya masajes, asistencia mecánica, avituallamientos… pero con el paso del tiempo esto mejorará, siempre y cuando acompañe la mejora sanitaria. De no ser así, la solución es fácil: todos otra vez para casa.

-¿Confían en poder organizar esta temporada la Vuelta a Cantabria?

-Somos optimistas. Vivimos de prestar servicios y queremos organizar eventos. Yo soy una persona que agradece toda ayuda del Estado, pero lo que quiero es trabajar y hacerlo dentro de la máxima seguridad posible. Va a haber un antes y un después, y los organizadores nos tenemos que poner las pilas. O nos adaptamos o habrá que cerrar el quiosco. Hay que reinventarse, nos nos queda otra.

Por su experiencia en el campo élite y sub-23, ¿cree que va a haber clubes que se van a quedar por el camino?

-Sí, desgraciadamente. Muchos equipos y pruebas deportivas viven de las ayudas públicas de las instituciones. Siempre he defendido que las categorías cadete y juvenil son de formación, pero en amateurs hay equipos que ya tienen una estructura muy profesional. Esa debe ser la tendencia, que los equipos y las carreras se profesionalicen. Para ello debes crear una buena base con el apoyo de los clubes que pueden hacer un trabajo estupendo en las categorías de escuelas, cadete y juvenil. Especialmente en los élite, y en menor medida en los sub23, ya hay muchos intereses en juego: televisión, patrocinadores importantes a los que tienes que rendirles victorias y un rendimiento publicitario, presencia en las redes sociales y en los medios de comunicación… Esto ha cambiado y lo ha hecho a gran velocidad. Necesitas una estructura semiprofesional con un jefe de prensa, un nutricionista, un psicólogo…

-¿Desde Sportpublic qué imagen tienen del Vigo-Rías Baixas?

-La última vez que participó en la Vuelta a Cantabria fue en el 2018 y nos quedamos con mucha pena porque el Chava Angulo acarició la victoria en la general final. Hacía mucho que un cántabro no se alzaba con el maillot final de líder y nos hacía mucha ilusión. Al final no pudo ser. Vuestro equipo se caracteriza por ser guerrillero y luchador. Siempre se deja ver. Además, cuenta con una buena estructura y una buena imagen. Lamentablemente, al Vigo-Rías Baixas y a otros muchos equipos les toca muchas veces luchar por estar en pruebas deportivas porque los organizadores tienen mucha oferta donde escoger. Evidentemente, el vuestro es siempre uno de los equipos deseados y a ver si este año puede encajar en la Vuelta Ciclista a Cantabria para estar en la línea de salida el 3 de septiembre.